MAXI NAGELE DEDICÓ EL TÍTULO A SU PADRE

Nagele salió victorioso del Campeonato Junior de Tenerife, que se celebró el pasado fin de semana en las pistas del Tenier Los Campitos. Con 18 años, era su última participación en esta categoría. Esta vez, la necesidad de ganar era máxima. Y no porque todos los torneos de la Isla sean “especiales” para Maxi, tercer cabeza de serie, sino porque tenía una cuenta pendiente. De esas en las que el fallo está prohibido. Su padre había fallecido hacía solo unos meses (el pasado diciembre) y era la primera oportunidad que tenía un hijo orgulloso de brindarle el homenaje que se merecía.
“Se llamaba Máximo, como yo”, cuenta emocionado el deportista. “Mi padre tenía 76 años y los últimos 15 los había pasado luchando contra un cáncer de sangre. Fue duro para todos, pero él nunca se quejó. Nunca se compadeció sí mismo, nunca puso mala cara. Nunca bajó los brazos. Yo no sabía cuándo estaba realmente mal o cuándo estaba mejor. Su ejemplo de fortaleza, de resiliencia, me quedará para siempre. Este título se lo dedico a él”. Imposible no conmoverse.

Solo escuchando el testimonio del joven talento se entiende la imperiosa necesidad que tenía de cumplir con la promesa que se había hecho a sí mismo y el compromiso adquirido con su familia. Su fe le hace tener la convicción de que su progenitor estaba ahí, viéndole orgulloso. “Es lo que yo creo, que me vio ganar. Que me sigue desde arriba. Los míos me lo dicen mucho y a mí me reconforta pensarlo”, confiesa. Para su madre, María Pilar, también tiene palabras de admiración y de cariño. “En parte se lo dedico a ella. Es la que me acompaña y la que me ha visto sufrir. Por eso está tan feliz”.

Pese a las dificultades y lo emotivo de su historia, la inspiración del ejemplo que encontró en su padre hace que Maxi no se conforme con ser protagonista por lo acontecido fuera de la pista. Eso es lo que aprendió en casa. A trabajar. Nacido en Tenerife aunque con origen alemán, su padre, ingeniero industrial, se marchó por trabajo a Lanzarote, en donde conoció a su madre. Ella, natural de Córdoba, y se había desplazado a Canarias por cuestiones laborales. Las cosas del destino. Por eso él nació en Lanzarote, en donde vivió hasta los 9 años.

Después se mudó a Tenerife (Santa Cruz) y, ya con 15, tomó la decisión de desplazarse a Barcelona para centrarse exclusivamente en el tenis. Su entrenador, Salvador Sosa, le esperaba allí. Acompañado por María Pilar, Máximo ha puesto todo de sí para centrarse en la raqueta. “Tengo claro que esta es mi pasión y voy a luchar por ella. Mi sueño es llegar a ser profesional y vivir del tenis. Me definiría como un jugador agresivo y muy luchador”, afirma con rotundidad.

Fuente: Periódico El Día


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